El Regreso de la Historia.

Una sucesión de eventos sin sentido, atrapo a las almas de los humanos durante más de 10000 años, antes de poder cambiar su línea de tiempo y entrar a una variante adecuada.

Los observadores de las eras, anunciaron que los códigos biológicos de los habitantes del globo terrestre, comenzarían a destrozarse bajo una nube gris de depresión profunda, guiada por la absoluta oscuridad del futuro.

El futuro imprevisible, el dolor, el hambre, la muerte del primogénito, las hordas enemigas y la bestia nocturna. Estos son los factores que determinan la existencia humana, sin ellas, no hay costa.

Nuestro océano mental, comienza a hacer tormenta y los vientos neuronales, comienzan a apagarse, esto que presenciamos es una tormenta de muerte, quiero decir, esa tormenta que los marinos mas temían en los tiempos de oro de la humanidad. La tormenta muda es una tormenta sin viento, donde las aguas se mueven con violencia bajo la barcaza, la barcaza que es la conciencia del hombre, que es igual a un iceberg de sal y esas aguas bajo el, son aguas salinas, que con trabajo milenario la han esculpido.

Se hunde el iceberg, en cuestión de segundos, pura y simplemente, por no tener una razón de ser.

De esa manera simple opera la vida de un ser humano, nacido sobre esta tierra noble.

Hoy, los nuevos han entonado el grito de guerra, que ha nacido de más lejos que el origen de su linaje, más allá de su garganta, por cierto, cerca del golpe que hace el bastón del primer explorador, al tocar tierra bendita, tierra única, tierra nuestra.

Ese sonido sordo, se ha multiplicado con las generaciones, para desembocar en la voz que salvara a esta generación mutilada, maniatada y separada del útero y también de la muerte, se le ha negado todo y se la ha dejado ser.

El fin de la historia, sucedió hace mucho, mucho antes de lo que los historiadores contemporáneos piensan, cuando el telón de ilusión se cernió sobre nuestras visiones, cuando con una espada de fuego se nos prohibió la entrada a la matriz o el origen, nuestro lugar de encuentro.

Perdimos la fogata de nuestro grupo y con ella la señal que no guiaba de vuelta desde la estepa, nos perdimos con provisiones para 3 días, pero nos perdimos para siempre.

(ojo: el relato es mío, pero la imagen la saque de Deviant Art)